Durante los años de entreguerras, con una comunidad judía sólida de alrededor de 60.000 personas, la ciudad de Cracovia fue el centro de la vida cultural judía. Irónicamente, el gueto (que se convirtió en el último hogar de cientos de miles de judíos polacos) no se encontraba en la zona históricamente judía de la ciudad; por lo tanto, aunque el gueto fue destruido, el barrio judío permaneció intacto. La ciudad de Cracovia hoy alberga una de las pocas áreas judías históricas que sobrevivieron en Polonia, aunque los judíos de allí fueron asesinados o emigraron hace mucho tiempo.
El gueto de Cracovia se estableció oficialmente en marzo de 1941. Cerca se construyeron dos grandes campos: el campo de trabajo Plaszow y el campo de exterminio Auschwitz (a sólo sesenta kilómetros de allí). Después de la ocupación inicial, los judíos padecieron hostigamiento y maltrato y luego tuvieron que reubicarse fuera de la ciudad. Alrededor de 15.000 quedaron y fueron utilizados en trabajos forzados.
Dentro del gueto, las personas vivían en condiciones duras, unos encima de otros y con poca comida. Los que podían trabajar eran empleados en fábricas establecidas en el gueto o en zonas aledañas a la ciudad. La fábrica más famosa fue la de Oskar Schindler, cuyos esfuerzos por salvar la vida de sus empleados judíos se hicieron conocidos en la película de Steven Spielberg, “La lista de Schindler”.
En el verano de 1942, comenzaron los traslados a gran escala de los judíos de Cracovia. Miles fueron llevados al campo de exterminio de Belzec. El popular compositor idish Mordechai Gebirtig fue asesinado durante uno de esos primeros traslados. Al no poder cambiar de tren lo suficientemente rápido para satisfacer a los guardias, le dispararon junto a un amigo suyo. Con el correr de las semanas, los residentes del gueto lentamente se dieron cuenta de que los trenes no se dirigían a un campo de trabajo, sino a Belzec y a Auschwitz. En ese momento, la actividad clandestina del gueto aumentó (al igual que el número de suicidios). Los actos de resistencia incluían actividades de sabotaje en las fábricas donde los judíos eran obligados a trabajar e intentos de escape. Sin embargo, la clandestinidad no pudo organizar una resistencia a gran escala como en el gueto de Varsovia, ni pudo frenar la ola de asesinatos y deportaciones. A principios de 1943, el gueto estaba casi vacío: su liquidación final tuvo lugar en marzo y los pocos sobrevivientes judíos fueron enviados a Plaszow y a Auschwitz.
La comunidad judía de Cracovia contaba con varios artistas y músicos importantes. Además de Mordechai Gebirtig, conocido por sus bellas y proféticas canciones y poemas, el gueto albergó al joven Roman Polanski, que de grande se convirtió en un prestigioso director de cine. La película de Polanski “El pianista” narra la historia de Wladyslaw Szpilman, músico y sobreviviente del gueto de Varsovia.
The Kraków Jewish community included several important artists and musicians. In addition to Mordechai Gebirtig, known for his beautiful and prescient songs and poems, the ghetto housed the young Roman Polanski, who grew up to become a renowned film director. Polanski’s film The Pianist tells the story of the musician and Warsaw ghetto survivor Wladyslaw Szpilman.
Referencias
Schneider, G. ed., 2000. Mordechai Gebirtig, his poetic and musical legacy, Westport, Conn.: Praeger.
USHMM photo archive (biographies accompanying photographs)