El gueto de Lodz, 1943 I
Miriam Harel compuso la letra de la canción y la adapto a una canción polaca de niños intitulada Jadą Dzieci, jadą Droga (“Los niños se van”). La canción fue compuesta después de la gran deportación desde Lodz en septiembre de 1942, durante los ocho días de toque de queda conocidos en Lodz como Groisse shpere (“el gran toque de queda”), momento en que veinte mil ancianos, niños y personas enfermas fueron deportadas. Éste fue uno de los hechos más traumáticos en la vida de la comunidad del gueto de Lodz. Tras este episodio, las calles del gueto, los clubes juveniles y la mayoría de los eventos culturales organizados llegaron a su fin. El canto interno y privado como lo describía Miriam continuó mientras siguieron vivos.
La canción de los niños polacos, sobre la que se basa esta canción, habla de los chicos que preguntan sobre la belleza del mundo. El contraste entre la melodía original, que evoca momentos nostálgicos de un mundo hermoso, y la nueva letra, sobre los inocentes niños encarcelados que mueren de hambre en un mundo lleno de muerte, contribuye con la tragedia que se describe en esta canción.
Miriam escribió esta canción después de que la mayoría de los niños huérfanos del gueto fueran trasladados hacia un destino desconocido, donde los esperaba la muerte. En 1941, Miriam supo que los adultos y los niños eran deportados del gueto y que no volverían nunca más.
Miriam fue asesora del movimiento juvenil Gordonya del gueto. A los 17 años, estuvo a cargo de un grupo de treinta niños de entre 8 y 10 años de edad. Organizaba debates, conferencias y canto. Descubrió que todos ellos iban a ser enviados en una sola deportación de niños huérfanos en 1942. Miriam le dedicó esta canción a esos niños, y recordó sus desconcertados ojos oscuros.