Viktor Ullmann
Viktor Ullmann nació en Tesin (Silesia) el 1 de enero de 1898. Creció y fue educado en Viena. De 1918 a 1919 participó en cursos avanzados de Schoenberg, y por recomendación de Schoenberg mismo, se convirtió en uno de los asistentes del director de orquesta Alexander Zemlinsky en el Nuevo Teatro Alemán de Praga en la década de 1920. Zemlinsky tenía un gran concepto de Ullmann y eso se veía reflejado en la confianza que depositaba en él al encomendarle las canciones compuestas por Schoenberg (“Gurre-Lieder”), así como también óperas de Mozart, Strauss, Wagner, Berg y otros, que a su vez dirigió en alguna ocasión en lugar de Zemlinsky. Entre 1927 y 1928 Ullmann se convirtió en First Kapellmeister en el teatro municipal de Aussig. En ambas ciudades, Ullmann disfrutó de una excelente reputación: era considerador un director de orquesta concienzudo y capaz. Además de ser un miembro activo del círculo de Schoenberg, también fue un devoto seguidor del movimiento antroposófico de Rudolf Steiner. En la década de 1930, compuso, enseñó y escribió artículos para publicaciones musicales alemanas de Praga.
Luego de infructuosos esfuerzos por encontrar trabajo en Londres o en Sudáfrica, Ullmann finalmente quedó atrapado en Praga después de la invasión alemana en marzo de 1939. En 1942 fue deportado a Theresienstadt. Si bien no era algo que sucedía habitualmente, en lugar de ser designado para un trabajo regular, Ullmann fue convocado por la Freizeitgestaltung (“División para la recreación”) para ocupar su tiempo en la música, como crítico, organizador de conciertos (incluyendo el Estudio para la Música Nueva que él fundó, y el Collegium Musicum), ayudando en otros espectáculos, brindando conferencias sobre temas tales como la Sinfonía Nº 1 de Mahler, la antroposofía y música, etc. También tuvo más tiempo para componer, lo que justifica su producción inusualmente prolífica en comparación con los otros compositores de Theresienstadt.
Aparte de su impresionante lista de composiciones (tres sonatas para piano, un cuarteto de cuerdas, varias docenas de canciones, obras orquestales y una ópera, “El emperador de la Atlántida o la muerte abdica”) Ullmann hizo, por pedido, varios arreglos vocales de canciones en idish y en hebreo. Asimismo, además de sus extensas críticas de conciertos, escribió varios ensayos, un libreto para ópera y un diario literario, The Strange Passenger (“El pasajero extraño”), una colección de poemas y aforismos. Este último documento revela el abatimiento profundo de Ullmann, su conflicto sobre su identidad judía, su religiosidad básicamente cristiana y su cinismo. Sin embargo, en un ensayo frecuentemente citado, Goethe and Ghetto, Ullmann atribuye el significado de Goethe a 'europeos educados', tanto en la vida diaria como en la cultura. La interacción entre la vida y el arte anteriormente habían permitido la creación de formas hermosas, pero en Theresienstadt eso era muy difícil. "Allí cualquier cosa relacionada con las musas está en absoluto contraste con el entorno." Si pensamos que las generaciones futuras no encontrarán ningún interés en la falta de pianos y pentagramas, Ullmann concluye en una expresión profunda de sus propias reservas de fuerza espiritual y las de sus colegas:
Hay que destacar que Theresienstadt sirvió para mejorar, no para obstaculizar, mis actividades musicales, que de ninguna manera nos sentamos a llorar a orillas de las aguas de Babilonia y que nuestros esfuerzos con relación a las Artes fueron acorde con nuestra voluntad de vivir. Y estoy convencido de que todos aquellos que en la vida y en el arte lucharon contra la adversidad, estarán de acuerdo conmigo.