Joseph Goebbels (1897-1945)

Joseph Goebbels, educado en lengua y literatura, se esforzó sin éxito por convertirse en escritor. Su solicitud para ser periodista en un periódico de Berlín fue rechazada. Su continua decepción le llevó a Múnich, donde escuchó a Hitler por primera vez. Se unió al Partido Nazi en 1924, donde sus discursos le valieron la atención de Hitler. Goebbels se convirtió en uno de sus primeros colaboradores y en uno de sus mejores amigos.

Enviado al Ruhr ocupado, fundó un grupo local del Movimiento Nacionalsocialista por la Libertad de la Gran Alemania, donde se hizo famoso por sus virulentos artículos contra la presencia de contingentes negros franceses. En 1926 se convirtió en Gauleiter de Berlín, un papel político en el NSDAP, entonces todavía un movimiento minoritario en Alemania. Dos años más tarde, se convirtió en uno de los primeros diputados nacionalsocialistas que se sentaron oficialmente en el Reichstag. En abril de 1930, Hitler le designó "jefe de propaganda" del partido.

Goebbels desempeñó un papel importante en las elecciones de 1932, contribuyendo en gran medida a la victoria de Hitler. El 13 de marzo de 1933, fue nombrado Ministro del Reich para la Ilustración Popular y la Propaganda (Reichsminister für Volksaufklärung und Propaganda) por el mariscal Hindenburg. El nacimiento de la Cámara de Cultura del Reich, entre septiembre y noviembre, le dio el control de toda la producción artística del país.

La posición de Goebbels sobre la creatividad artística en la Alemania nazi es más compleja que la de su competidor Alfred Rosenberg: fue Goebbels quien orquestó y dirigió, en Berlín y en otras veintiuna ciudades universitarias, los autodafés del 10 de mayo de 1933, durante los cuales se quemaron decenas de miles de libros. Pero al mismo tiempo, siguió tolerando y apoyando a algunos artistas expresionistas, una estética denostada por los partidarios de Rosenberg. Al menos durante sus primeros años, había intentado mantener en el repertorio las obras musicales estigmatizadas como "degeneradas". La intransigencia de Hitler hacia la modernidad artística persuadió a menudo a Goebbels de que debía renunciar a algunos gustos personales, pero esto no le impidió acaparar, bajo el pretexto de la confiscación, cuadros de artistas prohibidos.

Como ultranacionalista, Goebbels quería promover obras que pusieran de relieve la hegemonía alemana en materia artística; por eso, paradójicamente, protegió en un principio a los artistas o directores que se oponían a la aplicación de las leyes antisemitas, llegando a ocultar los orígenes judíos de algunos compositores de talento o a proteger a sus esposas. En junio de 1938, cuando los investigadores genealógicos vinculados a Rosenberg descubrieron en los registros de bautismo de la Catedral de San Esteban de Viena que Johann Strauss tenía un abuelo judío, Goebbels señaló:

Algún sabelotodo de alto nivel ha descubierto que Johann Strauss era un octavo judío. He prohibido que esto se haga público. En primer lugar, aún no se ha demostrado; en segundo lugar, no me importa permitir que todo el cuerpo de la cultura alemana sea gradualmente apartado. Al final, todo lo que quedaría de nuestra historia sería Widukind de Sajonia, Enrique el León y Rosenberg. Y eso es demasiado poco.

Pragmático, Goebbels percibió que la aplicación estricta de la ideología völkisch amenazaba con un peligroso empobrecimiento de la vida cultural. En 1937, ya escribía sobre Rosenberg:

Es un teórico obtuso y arruina todo el trabajo. Si él tuviera algo que decir, no habría más teatro alemán, sólo ritual, la Cosa, mito y otras cosas humeantes.

Pero esta aparente apertura cultural estaba dictada, en última instancia, por un sentido estratégico: se trataba de preservar la imagen del régimen, sobre todo de cara a la opinión pública alemana e incluso internacional, y también especialmente para los Juegos Olímpicos de 1936.

Por último, como estratega extremadamente atento a la opinión pública, Goebbels se dio cuenta muy pronto de la importancia de la radio para difundir la ideología nacionalsocialista. De él surgirían numerosas iniciativas propagandísticas, como la creación de orquestas de jazz y nazis, entre ellas Charlie y su orquesta, que grabó y difundió canciones desde las ondas alemanas al extranjero para los enemigos británicos y estadounidenses durante la guerra.

Fiel a Hitler, que le nombró sucesor en su testamento, Goebbels envenenó a sus hijos y se suicidó con su mujer en el búnker de Hitler poco después del suicidio de éste.

Élise Petit 

Fuentes

Fraenkel, Heinrich, Manvell, Roger, Dr. Goebbels. Su vida y su muerte,Nueva York, Simon and Schuster, 1960.

Goebbels, Joseph, Journal. 1933-1939, éd. Elke Fröhlich, Horst Möller y Pierre Ayçoberry, trad. fr. Denis-Armand Canal, París, Tallandier, 2007.

Petit, Élise, Musique et politique en Allemagne, du IIIe Reich à l'aube de la guerre froide, París, PUPS, 2018.

Petit, Élise, Giner, Bruno, "Entartete Musik". Musiques interdites sous le IIIe Reich, París, Bleu Nuit, 2015.