Babi Yar

Babi Yar era antiguamente un barranco situado en las afueras del norte de Kiev, en Ucrania. Entre 1941 y 1943, los alemanes ejecutaron a más de 70.000 personas. La mayoría eran judíos de Kiev. La foto, que se dice fue tomada por un soldado alemán días después de la gran masacre de 1941, muestra probablemente a prisioneros de guerra soviéticos nivelando la arena que cubría los cuerpos cerca del lugar donde 34.000 judíos acababan de ser ejecutados. (Yad Vashem)

En 1962, una visita del poeta ruso Yevgeny Yevtushenko al barranco de Babi Yar, cerca de Kiev, marcó el comienzo de una poderosa respuesta musical. Babi Yar, lugar donde las tropas nazis ejecutaron en masa a más de 70.000 judíos en 1941, carecía de un monumento conmemorativo adecuado. Yevtushenko regresó a su habitación de hotel e inmediatamente escribió un poema en recuerdo, cuyo primer verso es:

"No hay monumentos sobre Babi Yar, el escarpado precipicio, como una tumba toscamente labrada"

.

reflejaba su "negativa a aceptar la injusticia de la historia, la ausencia de un monumento a tantos inocentes masacrados", un poema que cuestionaba el borrado de la memoria de las víctimas.

El poema llegó hasta Dmitri Shostakovich, compositor soviético conocido por sus obras de fuerte carga política. Consciente de la importancia del poema, Shostakovich lo incluyó en el primer movimiento de una sinfonía de cinco movimientos. Cada movimiento utilizaría un poema distinto de Yevtushenko, explorando diferentes temas de la historia y la sociedad soviéticas.

 

Aunque sólo el primer movimiento, titulado "Babi Yar", aborda explícitamente el Holocausto, toda la sinfonía explora temas como la opresión, el desafío y la fuerza perdurable del espíritu humano. La obra fue censurada por su delicada temática, reflejo del tenso clima político de la época. Sin embargo, la Sinfonía se estrenó el 18 de diciembre de 1962 ante un público receptivo.

Aunque carecía de título oficial, la obra se conoció como la "Sinfonía Babi Yar", testimonio del impacto duradero tanto del poema de Yevtushenko como de la respuesta musical de Shostakovich. Sirve como un poderoso recordatorio de la importancia de recordar las atrocidades históricas, garantizando que las historias de las víctimas sean preservadas y sus sacrificios reconocidos.

La fotografía fue tomada el 22 de diciembre de 1962 en la velada de Yevtushenko en la Sala de Conciertos Chaikovski. Cuatro días antes había tenido lugar el estreno de la 13ª sinfonía de Shostakovich basada en los poemas de Yevtushenko.