Paul Knepler

Paul Knepler (1879-1967) fue uno de los libretistas más influyentes de la época dorada de la opereta vienesa y colaboró con compositores como Franz Lehár y Emmerich Kálmán. Su obra abarcó el turbulento periodo comprendido entre principios del siglo XX, la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, durante el cual contribuyó a dar forma al desarrollo de la ópera ligera y el teatro musical.

Nacido en Viena el 29 de octubre de 1879, Knepler creció en un entorno culturalmente enriquecido. Sus padres, Moriz y Pauline Knepler, fomentaron el desarrollo artístico de sus hijos mediante clases de piano y la asistencia regular a representaciones teatrales, óperas y conciertos. Su padre regentaba un próspero negocio de pipas de tabaco, especialmente centrado en el mercado sudamericano.

Tras completar sus estudios en la Universidad de Viena, Knepler trabajó inicialmente como empleado de banca. En 1905, adquirió la prestigiosa librería Wallishausser's Imperial and Royal Court en el Hohen Markt. En 1910 había transformado el negocio en una editorial con un catálogo ecléctico que incluía textos médicos, obras literarias y, sobre todo, las primeras publicaciones de Wilhelm Stekel, discípulo de Sigmund Freud. También publicó obras de autores como Alfons Bolz-Feigl y Friedrich Schreyvogl. En octubre de 1916, Knepler traspasó la editorial a su hermano Hugo, lo que supuso un cambio significativo en la trayectoria de su carrera.

A pesar de carecer de formación musical formal, Knepler se inició en el mundo de la música en 1911, cuando escribió la letra del vals "Dorfschwalben aus Österreich" de Josef Strauss. Su primer gran esfuerzo musical llegó en 1921 con la opereta "Josefine Gallmeyer", estrenada en el Bürgertheater de Viena. La producción, para la que escribió el libreto y la música (con la ayuda de un escritor fantasma), alcanzó un éxito inesperado con casi 300 representaciones. Le siguió otra opereta, Wenn der Hollunder blüht, estrenada en 1924 en el Metropoltheater de Viena.

La relación profesional más importante de Knepler fue con Franz Lehár, para quien se convirtió en el libretista preferido. Su colaboración comenzó con "Paganini" (1925), pero alcanzó su punto álgido con "Giuditta" (1934), que se estrenó en la Staatsoper de Viena. "Giuditta," escrita con el co-libretista Fritz Löhner, representó la última opereta de Lehár y tuvo un significado especial para el compositor, que la consideraba su "hija predilecta". La producción contó con la participación de los renombrados intérpretes Richard Tauber y Jarmila Novotna.

A lo largo de la década de 1930, Knepler trabajó con varios compositores destacados:

  • Eduard Künneke en "Die lockende Flamme" (1933)
  • Robert Stolz en "Der verlorene Walzer" (1933)
  • Oscar Straus en "Drei Walzer" (1935)
  • Emmerich Kálmán en "Kaiserin Josephine" (1936)

También obtuvo un éxito considerable con las adaptaciones de las obras de Karl Millöcker. En 1931, actualizó "La condesa Dubarry" en "Die Dubarry" para la estrella de opereta Gitta Alpár, y revisó "Gasparone" para Leo Slezak con el compositor Ernst Steffan.

Años de exilio y guerra

El Anschluss de marzo de 1938 obligó a Knepler, que era judío, a huir de Austria con su esposa. Tras breves estancias en Lugano y Zúrich, se reunieron con su hijo Georg en Londres en febrero de 1939. En el exilio, Knepler mantuvo sus actividades culturales a través del Centro Austriaco, donde formó parte de la junta directiva y colaboró en el cabaret Laterndl, un teatro para emigrantes de habla alemana. Sin embargo, tuvo dificultades para establecerse en la escena teatral inglesa.

Los retos del exilio se reflejan en la correspondencia de este periodo. Una carta de 1942 de Emmerich Kálmán, escrita desde Nueva York, describe las dificultades de su comunidad artística separada. Kálmán expresaba su frustración por una producción fallida de "Josephine", lamentando la ausencia de libretistas cualificados en América y la imposibilidad de colaborar con Knepler al otro lado del Atlántico.

Después de la guerra, en 1948, Knepler logró un último éxito con Die Musik kommt, de Oscar Straus. En 1954, consideraciones familiares le obligaron a regresar a Viena, donde permaneció activo en la comunidad musical hasta su muerte en 1967. Su contribución a la cultura vienesa fue reconocida con una tumba honoraria en el Cementerio Central de Viena.

1879: Nace en Viena

1905: Adquiere la librería Wallishausser.

1910: Crea una editorial

1911: Primera letra de la canción «Dorfschwalben aus Österreich».

1921: Estreno de la opereta «Josefine Gallmeyer

1924: Estreno de la segunda opereta «Wenn der Hollunder blüht

1925: Comienza la colaboración con Lehár con «Paganini».

1931: Adaptación de «Die Dubarry» y «Gasparone».

1934: Estreno de «Giuditta» en la Staatsoper de Viena

1938: Emigra tras el Anschluss

1939-1954: Exilio en Londres

1955: Regresa a Viena

1967: Muere en Viena

Las contribuciones de Knepler al teatro musical incluyeron canciones originales que se convirtieron en estándares del repertorio de opereta:

  • - "Du bist meine Sonne" (1934).

    • - "Du bist meine Sonne" (1934)
    • - "Freunde, das Leben ist lebenswert" (1934)
    • - "Gern hab' ich die Frau'n geküsst" (1925)
    • - "Niemand liebt dich so wie ich" (1925)

    Su trabajo ayudó a modernizar el formato de opereta manteniendo sus elementos románticos y cómicos esenciales. A través de adaptaciones de obras anteriores y de la creación de nuevos libretos, tendió un puente entre la opereta vienesa clásica y los estilos de teatro musical más contemporáneos de mediados del siglo XX.

    Su obra contribuyó a modernizar el formato de opereta manteniendo sus elementos románticos y cómicos esenciales.

    Los archivos profesionales de su obra se conservan en la Biblioteca Municipal de Viena, donde investigadores y músicos tienen acceso a sus importantes contribuciones al teatro musical. Su hijo, Georg Knepler, continuó la influencia musical de su padre como destacado musicólogo, llegando a ser fundador y rector de la Academia Alemana de Música de Berlín.