Paul Constantinescu

Paul Constantinescu surgió como figura prominente de la música rumana a una edad extraordinariamente temprana. Nacido el 30 de junio de 1909 en Ploiești, no tardó en consagrarse como compositor de talento. Con sólo 22 años, su segunda obra, "La Suite Rumana", fue premiada en el concurso de composición G. Enescu. A los 23 ya era miembro de la Sociedad de Compositores Rumanos, y a los 25 ya había compuesto una ópera. Su temprana trayectoria le auguraba un brillante futuro en la vida musical rumana.

En 1928, Constantinescu ingresó en el Conservatorio de Música y Arte Dramático de Bucarest, donde estudió con notables profesores como Alfonso Castaldi, Constantin Brăiloiu, George Breazul, Dimitrie Cuclin y su mentor Mihail Jora. Más tarde prosiguió sus estudios en Viena, centrándose en la composición, la paleografía bizantina y la bizantinología.

Persecución política y acusaciones

La carrera de Constantinescu estuvo marcada por una inquietante dualidad. Mientras sus logros musicales le proporcionaban reconocimiento, simultáneamente se enfrentaba a una persistente persecución política que le ensombrecería durante toda su vida. En noviembre de 1935, Constantinescu debutó en la ópera con "Una noche de tormenta", basada en la comedia de I.L. Caragiale. El estreno contó con cantantes de renombre y fue dirigido por Ionel Perlea. Críticos como el escritor Mihail Sebastian elogiaron la obra por su acertada interpretación musical de la vida suburbana rumana.

Sin embargo, este éxito se vio rápidamente ensombrecido por ataques antisemitas. Publicaciones asociadas con la Guardia de Hierro, un movimiento nacionalista y antisemita de extrema derecha, empezaron a atacar a Constantinescu. Nicolae Bogdan, que escribía en el periódico de la Guardia de Hierro "Porunca Vremii," publicó un artículo con comentarios antisemitas sobre el compositor. Este fue el primero de una serie de artículos similares que aparecerían tanto en "Porunca Vremii" como en otro diario de la Guardia de Hierro, "Acțiunea Românească."

Estos ataques persistieron y, en 1940, se habían intensificado hasta el punto de que la dirección de la Corporación de Radio, donde Constantinescu trabajaba desde 1936, le exigió que demostrara que era cristiano ortodoxo oriental, al igual que sus padres y abuelos. A pesar de proporcionar esta documentación, tras la rebelión de la Guardia de Hierro en enero de 1941, Constantinescu fue despedido de la Corporación de Radio con el argumento de que "no era suficientemente digno de confianza"

Vigilancia e investigación

Después de su despido, Constantinescu fue sometido a una vigilancia casi continua por parte de la policía durante 22 años. Tras la llegada al poder del régimen comunista, esta vigilancia continuó a cargo de la Securitate, la policía secreta de Rumanía.

Dos acusaciones principales se hicieron contra él: En primer lugar, que había sido miembro de la Guardia de Hierro y, en segundo lugar, que durante la rebelión de la Guardia de Hierro había participado en los sucesos de la Corporación de Radio. En una nota dirigida al Prefecto de Policía de Bucarest el 23 de enero de 1943, Constantinescu refutó estas acusaciones, declarando que nunca había sido miembro de la Guardia de Hierro y que no había participado en la rebelión, habiéndose tomado tiempo libre durante los acontecimientos. Explicó que su orquestación de los himnos de la Guardia de Hierro se había realizado como parte de sus deberes profesionales en la Corporación de Radio, a petición del Director de Programas.

A pesar de las múltiples investigaciones llevadas a cabo por el Servicio Secreto, la Dirección General de la Policía y el Prefecto de Policía de Bucarest, no se encontraron pruebas que corroboraran estas acusaciones. No obstante, se abrió un "expediente especial" sobre Constantinescu, que permaneció bajo vigilancia.

Epoca comunista y persecución continuada

Los cambios políticos en Rumanía tras el 23 de agosto de 1944 y el ascenso del comunismo no hicieron sino agravar las dificultades de Constantinescu. En septiembre de 1945, se le sometió de nuevo a vigilancia para controlar "su actitud actual y futura, sus acciones políticas y sus vínculos."

Nuevas acusaciones surgieron durante este periodo. Los documentos policiales, sin aportar pruebas, empezaron a afirmar que Constantinescu había sido contratado por la Corporación de Radio en 1936 debido a su simpatía por la Guardia de Hierro, una afirmación que contradecía el hecho de que había sido perseguido por las publicaciones de la Guardia de Hierro. Otras acusaciones sugerían que, durante la rebelión de la Guardia de Hierro, él "habría ayudado a otros rebeldes a verter gasolina en botellas para utilizarla contra el ejército."

En 1951, la recién creada Securitate del Estado volvió a centrarse en Constantinescu, abriendo un expediente de investigación en el que se le describía como "un elemento dudoso, que en la actualidad está actuando de forma poco amistosa hacia la música progresista." La vigilancia fue exhaustiva: se controlaron sus llamadas telefónicas, se interceptó su correspondencia y se colocaron informadores entre sus amigos más cercanos.

Cinco agentes de la Securitate, cuyos nombres en clave eran "Hans Roth," "Raul," "Ion Balotă," "Rodica," y "David," fueron asignados para recabar información sobre Constantinescu. El Jefe de Personal de la Unión de Compositores, Ion Dragomir, proporcionó caracterizaciones negativas, describiendo a Constantinescu por mostrar "una actitud hostil al régimen" y poseer "una escasa conciencia política e ideológica."

En 1959, la vigilancia se intensificó. El teléfono de la familia de Constantinescu fue pinchado y su correspondencia personal interceptada y fotografiada. Cuando su esposa cayó gravemente enferma y necesitó tratamiento en Viena, su solicitud de pasaporte fue denegada en un primer momento, y sólo gracias a la intervención de un alto funcionario, Constanța Crăciun, pudo finalmente tramitar su atención.

Reconocimiento profesional en medio de la persecución

A pesar de la vigilancia constante y de los obstáculos políticos, la obra creativa de Constantinescu siguió desarrollándose y ganando reconocimiento. Sus composiciones abarcaron desde canciones y villancicos hasta importantes obras orquestales, entre ellas:

  • "La Pasión del Señor" (premiada en 1946)
  • "El Nacimiento de Cristo" oratorio
  • "Concierto para cuarteto de cuerda" (reelaborado más tarde como concierto para orquesta de cuerda)
  • "Olteneasca," danza folclórica para orquesta sinfónica

También compuso partituras cinematográficas de éxito, como la música para "El edén de los pescadores" (premiada en 1943) y "La carta perdida" Su ballet "Una boda en los Cárpatos", que había sido muy elogiado en su estreno, se representó posteriormente en la Ópera Estatal de Viena en 1943, lo que provocó que la prensa vienesa "ensalzara largamente al joven compositor y la música rumana"

A lo largo de este periodo, Constantinescu recibió numerosos premios y honores:

  • La Orden al Mérito Cultural de Clase II (1940)
  • La Orden al Mérito Cultural de Clase I (1943)
  • La Orden de la Corona Rumana (1943)
  • El Premio del Estado de Clase II (1951)
  • El Premio del Estado clase I por su Concierto para piano y orquesta (1954)
  • El título de Maestro Emérito de las Artes (1955)
  • La Orden por el Trabajo (1959)

Irónicamente, el mismo año en que recibió la Orden al Trabajo "por méritos especiales en el campo de la creación musical," un memorándum de la Securitate resolvió pasarle "a la categoría de sospechoso."

Los últimos años de la vida de Constantinescu estuvieron marcados por la preocupación por la salud de su esposa y el deterioro de su propia salud. Sin embargo, su producción creativa continuó, con obras significativas entre las que se incluyen:

  • El Concierto para arpa y orquesta (Bucarest, 4 de mayo de 1961)
  • La Sinfonía Ploiești, dedicada a su ciudad natal (29 de septiembre de 1961) 
  • El Triple concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta (Bucarest, 28 de diciembre de 1963)

Aunque su expediente de la Securitate se cerró oficialmente el 28 de enero de 1963, porque "no se ha establecido que el susodicho esté implicado en espionaje," las autoridades resolvieron, no obstante, "mantener al sujeto vigilado en la lista de elementos hostiles."

Paul Constantinescu falleció el 20 de diciembre de 1963, tras una larga enfermedad. Justo antes de su muerte, pudo escuchar la grabación de un ensayo de su Triple Concierto.

Impacto musical y contribuciones

La importancia de Constantinescu en la música rumana va más allá de sus luchas personales. Como ferviente defensor y promotor del folclore musical rumano y del canto bizantino, ayudó a dar forma a la dirección de la música clásica rumana en la generación posterior a Enescu. Sus obras muestran una síntesis de formas clásicas con tradiciones folclóricas rumanas e influencias bizantinas. Este enfoque creó un estilo nacional distintivo que se basó en los cimientos establecidos por George Enescu, al tiempo que exploraba nuevas direcciones.

La producción compositiva de Constantinescu incluyó obras que se convertirían en piedras angulares del patrimonio musical rumano. Comenzando con su ópera de 1935, Una noche de tormenta, basada en la comedia de I.L. Caragiale, se estableció como una voz compositiva importante. Su poema coreográfico "Boda en los Cárpatos" (1938) representó uno de los primeros ballets rumanos inspirados en el folclore, a partir de investigaciones etnográficas realizadas en el pueblo de Fundu Moldovei. Sus obras religiosas, como "La Pasión y Resurrección de Nuestro Señor" (1943) y "La Natividad" (1947), demostraron su profundo compromiso con las tradiciones bizantinas, transformando textos medievales en oratorios modernos. El "Concierto para piano y orquesta" (1952) ejemplificó su capacidad para sintetizar las formas clásicas occidentales con elementos musicales tradicionales rumanos, mientras que su última gran obra, el "Triple concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta" (1960), terminada poco antes de su muerte, demuestra su continua evolución creativa.

La música de Constantinescu se caracteriza por la integración de elementos folclóricos rumanos, música sacra bizantina y formas clásicas occidentales. Su enfoque de la composición allanó el camino para las generaciones posteriores de compositores nacionalistas rumanos, mostrando cómo el material tradicional podía transformarse en sofisticadas obras de concierto.

Más allá de sus composiciones, la labor de Constantinescu como profesor en la Academia de Música Sacra de Bucarest (1937-41) y en el Conservatorio (1941-1963) influyó en muchos jóvenes músicos. Su enfoque de la composición, basado en las tradiciones folclóricas y religiosas, proporcionó un modelo para el desarrollo de un lenguaje musical claramente rumano.

La vida y la obra de Constantinescu representan una compleja intersección de logros artísticos y persecución política. A pesar de los desafíos a los que se enfrentó -desde ataques antisemitas hasta la vigilancia comunista- creó una obra que sigue siendo fundamental para la cultura musical rumana. Su habilidad para combinar elementos tradicionales con técnicas de composición modernas le convirtió en una figura fundamental en el desarrollo de la música rumana del siglo XX.

Fuentes

Ioana Raluca Voicu-Arnauțoiu, Paul Constantinescu, consultado en marzo de 2025

Andreea Kiseleff, Paul Constantinescu, consultado en marzo de 2025

Tomescu, Vasile.Paul Constantinescu. București: Editura muzicală, 1967